Abogaley te explica qué elementos del contrato de arrendamiento no pueden faltar en tu contrato. Son las reglas básicas del acuerdo: quiénes firman, qué propiedad se arrienda, por cuánto dinero y durante cuánto tiempo. Estos son los pilares del acuerdo.
¿Estás a punto de arrendar tu primera vivienda o de poner en arriendo una propiedad? ¡Felicidades! Es un gran paso. Pero seguro que al pensar en el papeleo, te surge una duda gigante: el contrato.
Ese documento lleno de términos legales que puede parecer intimidante, ¿verdad? Tranquilo, no tienes por qué ser un experto para entenderlo.
La clave está en conocer los elementos del contrato de arrendamiento, esas piezas fundamentales que protegen tanto a quien arrienda como a quien paga por vivir ahí.
¿Quién es quién en este acuerdo? los actores principales
Antes de meternos con las cláusulas, pongamos cara a los participantes. Es más sencillo de lo que parece.
- Arrendador: Es el dueño de la propiedad. En simple, es quien te la arrienda.
- Arrendatario: ¡Ese eres tú! La persona que va a vivir en el inmueble y pagará la renta, también conocido como inquilino.
- Codeudor solidario o aval: Es una tercera persona que se compromete a pagar si el arrendatario no lo hace. En otras palabras, es una garantía para el arrendador. A menudo, también participa un corredor de propiedades como intermediario.
El acuerdo básico entre ellos es uno de los elementos naturales del contrato de arrendamiento: el arrendador se obliga a entregar el uso temporal de la propiedad y el arrendatario a pagar un precio por ello.

Conceptos importantes: las cláusulas que tu contrato debe tener sí o sí
Ahora vamos al corazón del asunto. ¿Qué debe tener un contrato de arriendo para que sea claro y justo? Aquí te detallo los puntos que no pueden faltar.
1. La renta y el reajuste
La renta o canon de arriendo es el monto que pagarás mes a mes. El contrato debe especificar claramente la cantidad, la fecha y la forma de pago.
Pero, ¿has oído hablar del reajuste? Esto es muy importante. Generalmente, el arriendo se reajusta cada cierto tiempo (por ejemplo, cada seis meses o un año) según la variación del IPC (Índice de Precios al Consumidor).
Esto significa que el monto se actualiza para no perder valor frente a la inflación. Así, si te preguntas “me pueden subir el arriendo“, la respuesta es sí, siempre que esté pactado en esta cláusula.
2. El plazo del contrato
¿Cuánto tiempo durará el acuerdo? El plazo del contrato define su vigencia. Puede ser de dos tipos:
- Plazo definido: Se establece una duración exacta, por ejemplo, “de un año”. Es lo más común.
- Plazo indefinido: No tiene una fecha de término fija.
Esta cláusula es clave para saber cuándo y cómo terminar un contrato de arriendo de forma ordinaria.
3. El famoso mes de garantía
El mes de garantía es una suma de dinero, usualmente equivalente a un mes de renta, que el arrendatario entrega al inicio.
¿Su propósito? Servir como un seguro para el arrendador en caso de que dejes la propiedad con daños o con cuentas de servicios impagas. Si al final del contrato todo está en orden, este dinero debe ser devuelto.
4. El uso del inmueble
El contrato debe especificar para qué se usará la propiedad. No es lo mismo un uso del inmueble para vivir (habitacional) que para un negocio (comercial). Usar la propiedad para un fin distinto al pactado puede ser motivo para terminar el contrato.
Cláusulas extra para evitar dolores de cabeza
Además de los básicos, hay otras cláusulas comunes que te ahorrarán muchos problemas a futuro. ¡Ponles atención!
- Prohibición de subarrendar: En simple, esto significa que no puedes arrendarle la propiedad a otra persona. Si quieres compartir el arriendo, debes conversarlo antes con el arrendador.
- Mantenciones y reparaciones: Define quién paga qué. Generalmente, el arrendatario se hace cargo de las reparaciones menores por el uso diario (una ampolleta quemada, un grifo que gotea), mientras que el arrendador cubre las reparaciones mayores y estructurales (problemas con las cañerías principales, el techo, etc.).
- Pago de gastos comunes: Si arriendas un departamento, esta cláusula establece que el arrendatario es responsable de pagar los gastos comunes mensuales.
- Multas por atraso: Estipula una penalidad si no pagas la renta en la fecha acordada.
- Cláusula de término anticipado: ¿Qué pasa si necesitas irte antes de que termine el plazo? Esta cláusula define las condiciones para hacerlo, como avisar con cierta anticipación o pagar una multa.
Los pasos formales: de la firma al adiós
Una vez que el contrato está listo y todos están de acuerdo, ¿cuál es el proceso?
- Firma ante notario: Aunque no es estrictamente obligatorio por ley, es 100% recomendable. La firma ante notario le da fecha cierta al documento y acredita la identidad de quienes firman, dándole mucha más seguridad jurídica a ambas partes.
- Entrega de la propiedad: Este es el momento en que recibes las llaves. Es fundamental que junto con la entrega se realice un inventario detallado del estado de la propiedad y de los artefactos que incluye. ¡Saca fotos! Este documento será tu mejor amigo al momento de devolver el inmueble.
- Salvoconducto para mudanza: Para realizar tu mudanza, necesitarás un salvoconducto para mudanza, un documento que se obtiene en notarías o en el Registro Civil y que acredita que dejas tu domicilio anterior sin deudas de arriendo.
Restitución del inmueble: Al finalizar el contrato, devuelves la propiedad. Aquí se usa el inventario inicial para verificar que todo esté en el mismo estado en que lo recibiste, salvo el desgaste natural por el uso.

¿Y si algo sale mal? términos legales que debes conocer
Esperemos que nunca los necesites, pero es bueno saber que existe una Ley de arriendo de predios urbanos que regula los derechos del arrendatario y las obligaciones del arrendador.
Si surgen conflictos graves, como el no pago de la renta, se puede llegar a una demanda de término de contrato, un proceso de cobro de rentas impagas o, en el peor de los casos, un desalojo. Otro término es el juicio de precario, que aplica cuando alguien ocupa una propiedad sin contrato.
Si te enfrentas a una situación compleja que escapa de un simple acuerdo, es clave contar con la asesoría de un abogado civil experto de Abogaley que pueda guiarte.
Entender los elementos del contrato de arrendamiento no es difícil si te los explica un abogado de propiedades experto de Abogaley.
Un contrato claro y completo es la mejor herramienta para una relación sana y sin sorpresas entre arrendador y arrendatario. ¡Ahora estás listo para firmar con seguridad!
¿Te quedaron dudas o necesitas ayuda para redactar o revisar tu contrato? En Abogaley estamos para asesorarte. ¡Contáctanos y arrienda con total tranquilidad!